Martes, 7 de Mayo de 2024

Para la CGT, la destrucción de empleo "se percibe en la calle y es corroborada por los números oficiales"

Un duro documento de la CGT señaló que "sin mercado interno no hay desarrollo posible" y que "la realidad devuelve hoy una imagen bastante distorsionada de los anhelos iniciales del gobierno".

22-02-2017



(Infogremiales) En el duro documento, que comenzó a definirse luego del primer encuentro de consejo directivo del año, el 2 de febrero, la central obrera reclamó "correcciones" en la orientación de la política económica, industrial y comercial y que se priorice "el sostenimiento del empleo, el crecimiento del mercado interno y el desarrollo industrial nacional".

También exigió "un programa industrial con eje en la sustitución de importaciones y el desarrollo estratégico de los sectores que posicionen el país de forma ventajosa en la economía global" y "una política comercial que impida el ingreso de productos e insumos innecesarios, introducidos con dumping social y económico, y que favorezca el acceso de aquellos insumos que sean útiles".

Para la CGT, la política económica debe orientarse hacia el crecimiento del empleo y el poder de compra de los salarios, jubilaciones, pensiones y beneficios sociales, en tanto debe haber "un programa que contenga la inflación con metas anuales, que ataque las verdaderas causas de los aumentos de precios y que aplique un plan estratégico de infraestructura nacional, con énfasis en las economías regionales y con metas y tiempos claros".

"Para el Gobierno, la clave de la recuperación económica y la palanca del progreso era la ?confianza? que generaba el cambio de gobierno. El círculo virtuoso de inversiones y desarrollo se iniciaría de inmediato en cuanto los inversores percibieran los primeros anuncios. Rápidamente la inflación se ubicaría en niveles razonables y la Argentina se insertaría otra vez en el mundo. La realidad devuelve una imagen bastante distorsionada", puntualizó.

La conducción cegetista que lidera el triunvirato integrado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña difundió el documento tras la reunión con las autoridades del PJ, que adhirieron a la marcha obrera del 7 de marzo próximo.

Para la CGT, la "declamada confianza" solo produjo ganancias especulativas y la llegada de capitales para lograr "una renta rápida y segura"; los planes de infraestructura del Estado son meros anuncios e intenciones y, el efecto negativo sobre el empleo, "se percibe en la calle y es corroborado por los números oficiales", en tanto "la caída del consumo y la pérdida de poder de compra por la alta y sostenida inflación agudiza la desigualdad social creciente, mientras está ausente la política industrial".

"La falta de política industrial estratégica, clara y consensuada impide regular de modo inteligente el ingreso de mercaderías e insumos, distinguiendo entre los útiles y necesarios para el desarrollo del sector de aquellos que expulsan mano de obra y profundizan la exclusión social. Hoy, otra vez, viejos agoreros del liberalismo declaman la necesidad de ajustar el mal llamado costo laboral para favorecer la competitividad y contener los salarios para detener la inflación", puntualizó la central obrera.

La CGT rechazó esos dos planteos y subrayó que los costos laborales no salariales son beneficios sociales adquiridos a través de años de lucha y sacrificio para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, como vacaciones pagas, licencias especiales, jornada laboral limitada, licencias por enfermedad, fondos para capacitación, formación y salud y programas de la seguridad social, es decir, el salario diferido.

Los dirigentes añadieron que el crecimiento del salario real es imprescindible e impostergable porque representa el motor de la economía, el sostén principal del mercado interno y el primer eslabón de la cadena de desarrollo socio-económico, por lo que la CGT "no cesará en su defensa y no se dejará confundir con discursos añosos y descartados ya en todo el mundo".

La central obrera indicó que para crecer es necesario reorientar la política económica y privilegiar el desarrollo de un mercado interno fuerte y expansivo, el crecimiento real del poder de compra salarial, fomentar las inversiones productivas e impulsar un plan de infraestructura que atienda a las economías regionales.

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